#DíaMundialdelAsma: Lo que toda familia debe saber

El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias y puede tener un gran impacto en la calidad de vida, tanto en adultos como en niños. A menudo se confunde con una alergia fuerte o una gripe persistente, lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad pulmonar crónica que causa inflamación en las vías respiratorias, haciendo que se vuelvan más sensibles y se estrechen ante ciertos estímulos como el polvo, el aire frío, el ejercicio o las infecciones respiratorias. Esto provoca síntomas como tos, dificultad para respirar, opresión en el pecho y silbidos al respirar (sibilancias). Cuando el asma no se trata de forma adecuada, puede limitar las actividades diarias y, en casos severos, poner en riesgo la vida.

Tipos de asma: ¿todas las personas asmáticas son iguales?

No. Existen distintos fenotipos o tipos de asma, y conocerlos ayuda a recibir el tratamiento más efectivo:

• Asma alérgica: relacionada con exposición a alérgenos como el polvo, polen o ácaros.
• Asma ocupacional: aparece solo en el entorno de trabajo, por exposición a sustancias específicas.
• Asma inducida por el ejercicio: los síntomas surgen o empeoran al hacer actividad física.

Por eso, es clave identificar el tipo de paciente que eres (o que es tu hijo/a) para ajustar el tratamiento de forma personalizada.

Síntomas más comunes en adultos y niños

Aunque varían de persona a persona, estos son los síntomas más frecuentes:

• Dificultad para respirar, sobre todo al hacer ejercicio o subir gradas.
• Sensación de opresión en el pecho.
• Tos persistente.
• Silbidos o “pitidos” al respirar.
• Dolor en el pecho.
• En niños: suelen quejarse de que se cansan al jugar o correr, y los padres pueden notar esos “pitidos” al respirar.

¿Cómo saber si se trata de asma y no de una alergia fuerte o gripe?

Una señal clave es que el asma no es pasajera: los síntomas tienden a repetirse con el tiempo y no mejoran del todo con tratamientos comunes para alergias o resfriados. La única forma de confirmar el diagnóstico es a través de una evaluación clínica con un médico especialista. El estudio más usado es la espirometría con prueba de broncodilatación, un examen ambulatorio que mide la capacidad pulmonar.

¿Cuándo acudir al neumólogo?

“Muchos pacientes viven años con síntomas sin saber que tienen asma” asegura el Dr. Carlos Tapia, Neumólogo. Si tú o tu hijo/a tienen varios de los síntomas descritos, es importante buscar una evaluación respiratoria con un neumólogo o neumólogo pediatra. No hay que esperar a una crisis para tomar acción.

Las crisis asmáticas en la infancia: ¿qué hacer?

Una crisis asmática es cuando los síntomas se agravan, incluso si se está usando el medicamento de rutina. Puede ser desencadenada por un resfriado, exposición al polvo, ejercicio, o por no tomar bien el tratamiento. Lo ideal es que cada niño diagnosticado con asma tenga un plan de acción personalizado creado por su neumólogo. Este plan detalla qué hacer en caso de crisis y cuándo usar cada medicamento.

¿Cuándo usar el inhalador de rescate y cuándo ir a emergencias?

El inhalador de rescate debe usarse solo en momentos de emergencia, cuando los síntomas aparecen de forma aguda. Si un niño o adulto necesita usarlo con mucha frecuencia, eso puede indicar que el asma no está bien controlada y se debe reevaluar el tratamiento.

Ir a emergencias si:

• El inhalador de rescate no mejora los síntomas.
• Hay dificultad severa para respirar.
• Se nota cansancio extremo o coloración azulada en labios o dedos.

Factores que pueden desencadenar una crisis en niños

• Mal apego al tratamiento o uso irregular de medicamentos.
• Mala técnica al usar los inhaladores.
• Exposición a desencadenantes como polvo, cambios bruscos de temperatura, humo, infecciones respiratorias (como COVID o influenza).
• Reflujo gastroesofágico.
• Sobrepeso u obesidad.

¿Qué pueden hacer los padres para prevenir?

• Seguir el tratamiento de mantenimiento al pie de la letra.
• Visitas regulares con el neumólogo pediatra.
• Aprender a identificar los factores que desencadenan los síntomas.
• Usar correctamente los inhaladores y enseñar a los niños a hacerlo también.
• Tener un plan de acción claro en casa y en la escuela.

El asma es una enfermedad crónica que puede ser controlada, pero no se debe subestimar. Si no se trata adecuadamente, puede tener consecuencias graves. Recuerda que en el Hospital El Pilar contamos con una Unidad de Neumología especializada, tu salud respiratoria merece atención experta. Estamos para acompañarte.