La Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) está abandonada

• La Escuela nacional de arte dramático “Carlos Figueroa Juárez”, fundada en 1957, nunca ha contado con una sede propia. Se ubicó en sus inicios en el segundo nivel del Conservatorio nacional de música y desde ese momento ha ido de acá para allá como migrante eterna.

• Nunca ha contado con un edificio propio. En sus múltiples traslados ha sido incluso desalojada de alguna de las casas donde se le instaló, por falta de cumplimiento en el pago por parte del Ministerio de cultura y deportes, quien es el ente que la rige, a través del departamento de Formación artística.

Su estancia más larga se remite al sótano del Centro cultural Miguel Ángel Asturias, donde estuvo alojada durante más de tres décadas y de donde fue retirada arbitrariamente en 2023 para ser trasladada a la octava avenida entre once y doce calles de la zona uno, lo que significó una suspensión de clases de casi un mes para efectuar el traslado, mismo que realizó el personal operativo y docente de la escuela, sin más apoyo que un pequeño vehículo por parte del ministerio de cultura y deportes.

Ahora, sufre un nuevo traslado, urgente y sin mayores explicaciones, a la cuarta calle y décima avenida de la misma zona. Aunque en ninguno de los sitios mencionados ha contado con espacios apropiados, es sin duda este último el menos adecuado para su funcionamiento.

Se trata de una especie de apartamento, porque no es una propiedad completa, que consta de dos niveles, en el primero donde pretende alojarse la parte administrativa y operativa, se encuentra un garaje con capacidad para un auto, que deberá usarse como salón para ensayos y desarrollo de las clases prácticas, siendo estas actuación, expresión corporal, danza, estudio del movimiento, esgrima artística, mimo y pantomima, maquillaje, vestuario, escenografía, luminotecnia… además de que en el resto de áreas, los maestros procuran incluir siempre actividades actorales en los cursos para reforzar los aprendizajes del resto de las clases, sobre todo las de actuación, por lo que el hecho de contar con espacios amplios es indispensable.

En este apartamento no se cuenta más que con ese garaje y un pequeño espacio en el segundo nivel que corresponde a las dimensiones de un dormitorio en cualquier vivienda, por lo que no se presta para realizar movimientos amplios.

Es importante mencionar que, aunque el horario de clases es de trece a dieciocho horas, de lunes a viernes, los estudiantes llegan a la escuela por las mañanas para ensayar, por lo que en realidad en múltiples ocasiones se mantienen en ella desde las nueve hasta su hora de salida, y lo hacen por su dedicación y deseo de presentar obras limpias y con la mejor calidad actoral, lo que siempre ha distinguido a los egresados de la ENAD.

Las habitaciones que servirán de aulas no cuentan con ventilación, porque tienen unos ventanales amplios pero no se abren, así que se convierten en una especie de horno cuando les da el sol. Otras son muy oscuras pues se encuentran en el centro de la edificación y no tienen iluminación, más que artificial.

Un pequeño patio central en este segundo nivel se ha convertido en bodega donde se acumulan escritorios en desuso, materiales para realizar escenografía y otros enseres pesados, así que los estudiantes saldrán de las aulas para encontrarse con esta visión.

Si a esto le sumamos que la ubicación geográfica del lugar es bastante problemática en cuanto a la delincuencia común, nos vemos ante la posibilidad de que los alumnos sean sorprendidos en cualquier momento por un asalto o cualquier otro tipo de agresión, lo que sería lamentable.

Esta es, a grandes rasgos, la situación en la que se encuentra una escuela que tiene casi 70 años de dedicarse a la formación de profesionales en el arte escénico y de donde han egresado grandes figuras que han dado realce al teatro, cine y televisión en Guatemala.

Es evidente la negligencia de las autoridades del Ministerio de cultura y deportes, la escasa y casi nula gestión de cada uno de los directores del departamento de Formación artística, que es la instancia que dirige, administra y supervisa las escuelas de arte en el país.

En múltiples ocasiones presentaron proyectos, incluso con videos de planos en tercera dimensión, que se han quedado en eso, proyectos. Sin embargo, en el Centro cultural Miguel Ángel Asturias existe un terreno designado, desde su planificación, por el maestro Efraín Recinos para la construcción del edificio para la Escuela nacional de arte dramático, pero nunca se ha mostrado interés por parte de  las autoridades para iniciar y darle seguimiento a esta construcción.

La situación de la escuela es abrumadora, cada día cuenta con menos alumnos porque las crisis que enfrenta crecen y las condiciones son cada año  más precarias. Esto desmotiva a los jóvenes que quieren estudiar teatro, los aleja de la escuela y estas condiciones no hacen más que hundir a la ENAD.

Es urgente que las autoridades hagan algo al respecto y lo único que pedimos es que ubiquen a la escuela en un espacio adecuado y con las condiciones indispensables para su funcionamiento, que dignifique a los estudiantes de teatro, que son chicas y chicos que estudian teatro poniendo todo el corazón en ello, en un país en el que estudiar arte y vivir de ella es, por demás está decirlo, contracorriente.